Una creciente politización de los temas ESG ha hecho que se genere cierto rechazo frente a esos temas. ¿cuál es el futuro de la conversación sobre sostenibilidad?
En los últimos años, la sostenibilidad y la consideración de temas ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG) en la gestión de los negocios e inversiones ha pasado por varias etapas en cuanto a su aceptación en el ámbito financiero y empresarial. La pandemia de 2020 y la crisis derivada de esta contribuyeron a que estos temas pasaran de ser una simple tendencia a convertirse en una esperada fuerza transformadora para la economía y la sociedad.
Sin embargo, en años más recientes, una serie de cuestionamientos asociados a la veracidad y efectividad en cuanto al impacto positivo de las prácticas y las declaraciones de empresas e inversionistas, así como a una creciente politización de los temas ESG, principalmente en Estados Unidos, generaron cierto rechazo frente al uso de estos conceptos.
En la gestión de activos y asesoría de inversión, muchos seguimos reconociendo la importancia y la necesidad de incluir factores ESG en la identificación y gestión de riesgos que afectan a los portafolios de inversión como parte del deber fiduciario hacia nuestros clientes. Asimismo, algunos reguladores de mercados financieros y de valores han desarrollado nuevas normativas que promueven más transparencia en torno a la incorporación de temas ESG en los procesos de gestión de riesgos en inversiones. Esto se da no sólo en Europa, sino también en nuestra región, por ejemplo, con la publicación de la Circular Externa 005 de la Superintendencia Financiera de Colombia (SFC).
Complementar el análisis de inversiones tradicional con la incorporación de factores ESG permite tener una perspectiva mejor informada para la toma de decisiones de inversión. Esta estrategia, conocida como Integración ESG dentro del término más general de Inversiones Responsables y Sostenibles, busca mejorar la combinación de riesgo y retorno en los portafolios de inversión en beneficio de los clientes.
Por otro lado, cada vez somos más los participantes en la industria que consideramos que este enfoque de Integración ESG puede y debe ser la base para impulsar mejoras en las prácticas de las compañías en las que invertimos a través del diálogo abierto y proactivo. Esta es otra de las estrategias de inversión responsable y sostenible, conocida como Propiedad Activa, que ha venido ganando popularidad a nivel global. Según el Schroders Global Investor Study 2023, más de 80% de los inversionistas encuestados mundialmente señalan estar de acuerdo con que trabajar con las empresas para que sean más sostenibles conlleva a la generación de mayor valor en el futuro.
En nuestra región, algunos de los inversionistas signatarios de los Principios para la Inversión Responsable (PRI) estamos trabajando en el desarrollo e implementación de iniciativas colaborativas para tratar temas críticos como la preparación y gestión de riesgos asociados al cambio climático con algunos emisores de la región.
Personalmente, estoy convencido del potencial transformador de estas prácticas. Más allá de los efectos positivos sobre la rentabilidad, promueven una dinámica favorable que fomenta un desarrollo sostenible e inclusivo. Es la respuesta que podemos dar los inversionistas y las empresas no solo a las demandas del presente, sino también a la responsabilidad hacia el futuro.
Por: Héctor Juliao*
*El autor es Country Head de Credicorp Capital Colombia.
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