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Los costos ocultos de la reforma laboral que pondrían en jaque a las pequeñas empresas

Un análisis de Crowe Colombia advierte que el 15% de las pymes podrían desaparecer por esta ley.

Pymes FOTO: Archivo EL TIEMPO

Más de un año se cumple desde que comenzó el trámite de la reforma laboral en el Congreso de la República, una de las iniciativas más importantes de este gobierno en su segunda etapa y que ha generado posiciones divididas en la sociedad, ya que hay quienes aseguran que es necesaria para generar mejores condiciones laborales y aquellos que advierten serios impactos en la generación de empresas.


El proyecto de reforma, liderado por el Ministerio del Trabajo, ya superó la aprobación en la Cámara de Representantes y se prepara para los debates en el Senado, donde las apuestas son por avances más lentos, teniendo en cuenta que la afinidad con la Casa de Nariño es menor. No obstante, hay que destacar que tiene hasta mediados del otro año para lograrlo.


Los puntos de alerta frente a este proyecto se han generado principalmente en el aumento de costos para las empresas y en cómo esto terminaría golpeando a los emprendedores o la posibilidad de generar más empleos en el país, sobre todo formales. Cabe resaltar que la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, ha dicho en varias oportunidades que la finalidad de su propuesta no es luchar contra el desempleo.

Un reciente informe de Crowe Colombia advierte de cinco costos que ellos han calificado como “ocultos”, puesto que no son mencionados abiertamente por el Gobierno Nacional y que parecen estar siendo ignorados por el Congreso de la República durante los debates que se han realizado, pese a los constantes llamados del sector empresarial y de diversos centros de estudio económico.


En diálogo con Portafolio, Andrés Francisco Monroy, gerente de Servicios Legales y Tributarios de Crowe Co, aseguró que temas como la regulación de los repartidores y domiciliarios de las plataformas digitales; los cambios en el recargo nocturno, en las horas extras y los dominicales; las modificaciones en los contratos de los aprendices Sena; el aumento de las licencias de paternidad y maternidad; y la regulación de las empresas de servicios temporales; no se pueden tomar a la ligera.


Partamos de que las cuentas indican que, de los 80 artículos que contenía este proyecto de ley, 15 ya tuvieron luz verde, 58 pasaron, pero con cambios, 7 se eliminaron y otros 7 fueron añadidos al texto inicial. Con todo esto decidido, análisis realizados por los gremios económicos y otras entidades, prevén que los costos laborales de las pequeñas y medianas empresas podrían incrementarse hasta un 34% a raíz de esta propuesta”, explicó Monroy.


Mano de obra más cara

Uno de los primeros frentes del mercado laboral que se verá afectado por la reforma es el precio de la mano de obra, debido a los cambios en los recargos de las jornadas nocturnas, festivos y dominicales, así como a los aumentos generados por la vinculación laboral de aprendices Sena. Desde Crowe señalan que, pese a que sentirán el impacto, las grandes empresas podrán sortearlo, pero que lo mismo no se puede decir de los microempresarios.

“Esto podría afectar la competitividad de las empresas y los mismos comerciantes lo han dicho en varias ocasiones: esta medida ocasionaría un incremento en los costos salariales hasta de $5 billones y eso, dicho de una forma simple, es dinero que no tienen las micro y pequeñas empresas, por lo que, o se quedan pequeñas o cierran porque no tienen cómo competir en el mercado”, acotó el experto.


Por otra parte resalta que la reforma limitaría los contratos temporales, aumentando así los costos administrativos un 25%, puesto que el proyecto restringe, tal y como va, el uso de este tipo de vinculación laboral con el propósito de fomentar la contratación directa.

“Acá vuelve y juega, las grandes empresas pueden pagarlo, pero este cambio en las reglas de juego causaría un golpe económico fuerte a las finanzas de las MiPymes, por los incrementos que generarían las prestaciones sociales de los colaboradores que antes estaban contratados a través de terceros y también causaría aumentos significativos en la carga administrativa por cuenta de la gestión de más personal”, agregó.


El vocero de Crowe dijo también que si se aprueba y se implementa la reforma, incrementaría el ausentismo laboral un 10%, teniendo en cuenta que al incrementarse las licencias remuneradas e implementar nuevas como las relacionadas a las condiciones médicas incapacitantes, entre ellas los periodos de menstruación de las trabajadoras, u otras asociadas a asuntos escolares, las compañías deberán pagar más dinero para cubrir reemplazos temporales.

“Otro costo se deriva de la protección a ciertos grupos, como los trabajadores en condición de discapacidad o a punto de pensionarse, porque se podría complicar la desvinculación de colaboradores en ciertas circunstancias. Aunque aparentemente es una buena noticia para los trabajadores, esto tendría un efecto boomerang, pues generaría que las empresas opten por no contratar personas con estas características, pues no sería rentable mantener empleados que podrían perder productividad en el tiempo”, indicó Andrés Monroy.


Empleos perdidos

Un último costo asociado a la reforma laboral que vale la pena ser tenido en cuenta, es el de los recargos nocturnos y festivos, que para Crowe generarían un incremento de los costos salariales entre un 25% y 100%, aunque aclara que esto dependerá del escalonamiento que propone la reforma.

“Según los expertos, con esto se proyecta que la reforma en general podría incrementar hasta un 5% el desempleo juvenil, teniendo en cuenta que las personas jóvenes son quienes por lo general trabajan en este tipo de turnos”, agregaron.

Andrés Monroy cerró advirtiendo que aunque es difícil calcular o cuantificar el dato exacto de desaparición de empresas por el impacto de la reforma laboral, en especial porque su supervivencia depende de varios factores como la tasa de cambio, el crecimiento de la economía y los impuestos, no hay que pasar por alto que el mismo Consejo Gremial Nacional, señala que, por lo menos entre el 10% y el 15% de las pequeñas y medianas empresas podrían cerrar como consecuencia de los elevados costos laborales y la reducción de flexibilidad en la contratación.



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