En el mundo diverso y complejo de las empresas familiares, la gestión y protección patrimonial aparece como una columna vertebral invisible pero inmensamente crucial.
A lo largo de estos años brindando acompañamiento a familias empresarias en sus procesos de transición generacional, hemos sido testigos y partícipes de la evolución y los desafíos únicos que implica la transmisión del legado de una generación a otra y sus esfuerzos para preservar la riqueza y adaptarse, en aras de asegurar un futuro estable. Sin embargo, este camino está frecuentemente obstaculizado por resistencias profundamente arraigadas, ya sea por temas de cultura, disfunciones familiares, modelos patriarcales, resistencia a compartir información, estrategias de sometimiento a los miembros familiares, inseguridades personales, etc.
Desafortunadamente, hemos observado que la conversación sobre la protección y la planificación patrimonial suele generar significativa resistencia entre los gestores de patrimonio. A menudo estos temas provocan una reacción instintiva de posponer, o incluso de renuncia a abordarlos de manera proactiva.
En lugar de ello, se recurre a crear estructuras diseñadas para extender su influencia y poder, más allá de sus días, sin una consideración plena de las circunstancias individuales, expectativas y planes personales de cada miembro de la familia, así como de sus unidades familiares emergentes.
Tal enfoque, aunque comprensible en su intención de proteger el legado y la influencia familiar sobre la empresa, omite un aspecto esencial: las repercusiones que tales decisiones, concertadas o no, tienen sobre aspectos determinantes como las estructuras de toma de decisiones, el gobierno corporativo, y la confianza de los grupos de interés, incluyendo las implicaciones que estas decisiones tienen en el resto de la familia. Al enfocarse en la perpetuidad del poder y control, por una parte, se puede inadvertidamente menoscabar la agilidad, la adaptabilidad y, en última instancia, la sostenibilidad de la empresa en el futuro.
Con el fin de apoyar a quienes deciden enfrentar estos desafíos de manera constructiva y proactiva, y conscientes del rol que juega el fundador al transitar de actor principal a mentor de sus sucesores, queremos compartir “10 preguntas vitales para la Familia Empresaria al concertar la Protección Patrimonial”, las cuales emergen de numerosas reuniones de concertación patrimonial, iniciadas por fundadores conscientes de su responsabilidad en este crítico paso generacional.
Las preguntas han sido diseñadas para promover reflexión, fomentar el diálogo y, sobre todo, orientar a las familias empresarias en el proceso de asegurar un patrimonio sólido y un futuro próspero para la empresa y sus miembros.
Al abordar estos interrogantes, además de embarcarse en un proceso de profundización y clarificación de su visión patrimonial, las familias establecen una plataforma sólida para la toma de decisiones informada, estructurando las bases para un gobierno corporativo efectivo y fortaleciendo la confianza entre todos los grupos de interés. Este enfoque no sólo honra la herencia del pasado, también sienta las bases para la innovación, adaptación y éxito en la conservación y crecimiento del patrimonio familiar.
1. ¿Tenemos claridad sobre qué compone nuestro patrimonio familiar y empresarial?
La protección patrimonial empieza por reconocer y comprender completamente qué es lo que se está protegiendo. Esto implica hacer un inventario de los activos tangibles como propiedades, productos y capital, y también valorar los activos intangibles: la marca, la reputación, las relaciones con la comunidad y la cultura corporativa.
Por ejemplo, empresas familiares que han pasado por cuatro o más generaciones, capitalizan su nombre, más allá de la empresa, incluyendo la historia familiar, su reputación por calidad y sostenibilidad, y las relaciones forjadas en su comunidad. Reconocer esto amplía la visión de protección patrimonial más allá de los bienes físicos.
2. ¿El gobierno corporativo y familiar, es adecuado para unir a la familia y la dirigencia empresarial?
La estructura de gobierno es determinante en cualquier empresa familiar exitosa, al definir cómo se toman las decisiones, cómo se planifica, incluyendo una claridad en roles, límites y poder, sumado al establecimiento de reglas para la gestión de conflictos y sucesión.
Enfrentar este aspecto puede significar la diferencia entre un traspaso generacional fluido y uno problemático. Un Consejo de Familia bien constituido, por ejemplo, puede facilitar la comunicación entre los miembros de la familia y alinear los intereses empresariales y familiares.
3. ¿Hemos preparado a la siguiente generación para tomar las riendas?
La transición de liderazgo es uno de los momentos más críticos en la vida de una empresa familiar. Preparar a la siguiente generación no solo significa proporcionarles la educación y experiencia en el negocio, sino también inculcar en ellos los valores y la visión de la compañía.
Empresas lideradas por fundadores que implementan un programa de mentoría donde los jóvenes familiares trabajan en proyectos bajo la guía de líderes experimentados, aseguran la transmisión de conocimientos, la cultura y la ética empresarial.
4. ¿Cómo equilibrar las expectativas financieras personales con las necesidades de reinversión en el negocio?
Esta pregunta aborda el corazón del dilema patrimonial en las empresas familiares. La política de dividendos, los planes de reinversión y la gestión del crecimiento deben balancearse cuidadosamente con las expectativas y necesidades financieras de la familia.
Ejemplos de búsqueda de equilibrio, estableciendo un fondo de educación para la familia y reinversión en desarrollos sostenibles, puede asegurar el futuro financiero de la familia y, también, alimentar el crecimiento y la innovación en la empresa.
5. ¿Integramos la innovación respetando nuestras tradiciones y valores familiares?
Innovar manteniendo los valores y la tradición que han definido a la empresa, es un desafío constante. La clave está en ver la innovación no como un elemento disruptivo, sino como un medio para perpetuar la herencia familiar.
Empresas que mantienen sus recetas tradicionales mientras exploran nuevas tendencias en alimentación saludable, ganan al permitirse atraer una nueva generación de clientes y también enriquecen su legado.
6. ¿Hay estrategia para atraer y retener talento no familiar, alineado con nuestra cultura empresarial?
Atraer y retener talento no familiar es fundamental para inyectar nuevas ideas y perspectivas en la empresa familiar. Algunas son hoy un modelo en innovación gracias a su enfoque en diversificar su equipo con talento externo. La incorporación de profesionales no familiares, respetando y promoviendo los valores de la empresa, ha sido clave en su expansión y éxito continuo.
El reto está en mantener un equilibrio entre conservar la identidad de la empresa y abrirse a nuevas formas de hacer las cosas. Por ejemplo, organizando talleres regulares tanto para empleados familiares como no familiares, fomentando un sentido de pertenencia y entendimiento mutuo, lo cual es crucial para su cohesión interna y crecimiento.
7. ¿Existen planes de transición generacional claros y comunicados?
Los planes de sucesión, además de ser una hoja de ruta para el cambio de liderazgo, es un componente esencial en la protección del patrimonio familiar y empresarial. Por ejemplo, familias empresarias que preparan y comunican estos planes, pueden facilitar una transición fluida al establecer un comité de sucesión a ciertos años, antes del retiro previsto del CEO, preparando a los potenciales sucesores, manteniendo informados a los interesados sobre el proceso y disipando, así, miedos y especulaciones.
8. ¿Cómo mantener la unidad y resolver conflictos sin afectar el negocio y la familia?
La dinámica familiar puede ser tanto una fortaleza como un desafío para las empresas familiares. Algunas implementan un mecanismo de mediación de conflictos, que incluye consejería familiar regular y un comité de ética encargado de abordar disputas. Este enfoque ha permitido a la empresa y a la familia gestionar desacuerdos de manera constructiva, asegurando que las tensiones personales no trasciendan al espacio empresarial.
9. ¿Hay estrategias distintas para la gestión del patrimonio comercial y la riqueza familiar, que salvaguarden y diversifiquen sin los riesgos empresariales?
Resulta cada vez más común entre las familias empresarias diferenciar claramente el patrimonio vinculado directamente a la actividad comercial de aquel que constituye la riqueza familiar acumulada gracias a los éxitos de la empresa. Esta distinción lleva a la implementación de estrategias diferenciadas para cada tipo de patrimonio, buscando proteger y hacer crecer la riqueza familiar con un perfil de riesgo más conservador.
Hemos observado cómo algunas familias, conscientes de la volatilidad y los riesgos inherentes a la actividad empresarial, optan por canalizar una parte de sus beneficios hacia inversiones con una menor exposición al riesgo, fuera del ámbito de su negocio principal. Por ejemplo, invirtiendo en bienes raíces, bonos, fondos de inversión diversificados o sectores en ascenso como la tecnología verde y Fintech; estas familias, además de proteger su patrimonio familiar de las fluctuaciones del mercado específicas de su sector, se benefician de las oportunidades de crecimiento en ámbitos innovadores y con potencial de largo plazo.
Esta estrategia de diversificación y manejo prudente del patrimonio familiar, separada de las finanzas y planes de la empresa comercial, permite a las familias empresarias salvaguardar su legado contra los vaivenes de su industria, y construir una fuente de seguridad financiera que trasciende la generación actual, garantizando el bienestar de futuras generaciones.
10. ¿Evaluamos y ajustamos las estrategias patrimoniales ante cambios en el entorno empresarial y familiar?
La capacitación a los miembros de la familia, así como la adaptabilidad y la capacidad de reevaluación constante de sus estructuras, apuntalan la sostenibilidad a largo plazo del patrimonio familiar. Algunas, evidenciando cómo los ajustes estratégicos regulares en respuesta a tendencias del mercado y cambios familiares han sido críticos en su éxito, adoptan una cultura de revisión y adaptación continua, logrando no sólo sobrevivir sino prosperar a través de varias generaciones.
En conclusión, el diálogo sobre la protección del patrimonio familiar no debe ser pospuesto. Estas preguntas fundamentales ameritan reflexión y discusión activa dentro de la familia, con el acompañamiento de consejeros profesionales. Es crucial realizar un autodiagnóstico honesto para determinar el estado actual de su patrimonio y planificar estratégicamente para el futuro. No permitan que los retos se transformen en crisis: tomen la iniciativa hoy para asegurar y cultivar un legado duradero para las futuras generaciones. La protección y prosperidad de su herencia familiar comienza con la acción ahora.
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