¿De qué forma manejan el estrés los directores ejecutivos de las compañías?
- Suárez Consultoría
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El estrés es la respuesta a la presión o exigencia excesiva, y se puede gestionar a partir de respiración, ejercicio y contacto con otros
El estrés laboral impacta en personas con toda clase de trabajos y ocupaciones y, aunque en muchas ocasiones se podría creer que no, afecta de gran manera a las cabezas de las compañías, a los directores ejecutivos. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el estrés laboral es la reacción que puede tener una persona en caso de sentir demasiada presión o exigencia, yendo más allá de su conocimiento y capacidades.
Pero ¿qué lleva a que los directores ejecutivos sientan estrés? Aunque su cargo en las empresas puede imaginarse lejano, es todo lo contrario. Al ser quienes la guían, suelen enfrentarse a la toma de decisiones importantes y que pueden impactar en un gran número de personas, poniéndolos en periodo de incertidumbre y presión que, en algunos casos, podría ir más allá de lo que pueden manejar.
Para Daniel Peña, CEO de DevSavant, una firma boutique encargada de conectar talentos de Latinoamérica con empresas de tecnología e inteligencia artificial en EE.UU., afirmó que “lo que más afecta son los momentos en los que las finanzas como fueron proyectadas no se cumplen, y en consecuencia se deben hacer recortes de gastos, lo que implica despidos”.
Además, resalta los momentos en los que alguna falla en los servicios u operaciones, pues termina por afectar la reputación, la marca e incluso, en algunos casos, la cuenta con el cliente. Esto se podría resumir como los “puntos fundamentales en los que estás tomando decisiones y claramente son estresantes”.
Con esto en mente, los directores deben encontrar la manera de equilibrar la vida laboral con su bienestar personal, y allí es donde aparecen varios factores a considerar. En el trabajo se enfrentan a dificultades o miedos, y estas pueden tener dos consecuencias: o los paralizan, o logran controlarlos y buscan soluciones.
Se recomienda entonces no pensar en el estrés como algo que se debe eliminar, sino como una sensación que tiene algo que decir. Así, resulta oportuno pensar: ¿qué está comunicando? ¿Se está pensando con claridad? Es clave no tomar decisiones de manera impulsiva, organizar la información y prioridades, y mirar las alternativas desde su propósito.

Es importante entonces evitar que la sensación se convierta en un estrés crónico, que perdure por días, o incluso más tiempo. En caso de experimentar largos períodos de estrés, puede presentar síntomas como insomnio y otras alteraciones del sueño, problemas gastrointestinales y menstruales, dolores de cabeza y musculares, debilitación del sistema inmunológico y agotamiento o sensación de debilidad.
Por ello, en la vida y no solo en el entorno laboral, es positivo empezar a incluir algunos hábitos en su vida, evaluando cuáles son los que más le funcionan y le hacen sentir mejor. Peña comentó que “algo que no estamos acostumbrados a hacer es tomar perspectiva, tomar distancia, acudir a otros por opiniones, ver la data de lo que ocurre alrededor del problema”.
Puntualmente, muchas personas recomiendan terapia, y es justo algo con lo que Peña coincide. “Todos deberían contar con un terapeuta, psiquiatra, psicólogo, algo que los ayude en su día a día”, dijo. Esto teniendo en cuenta que el liderazgo es una tarea compleja, en la que con frecuencia aparecen problemas y decisiones difíciles. Añadió que “a pesar de que todo esté bien, siempre hay algo que tienes que atender, siempre tienes que estar poniendo soluciones”.
Sin embargo, esta no es la única opción para lograr reaccionar de mejor manera, con mayor tranquilidad frente a lo exigente de las situaciones. Así, otra de las medidas que suele tomarse es la actividad física, desde caminar hasta ir al gimnasio, nadar o el tipo de ejercicio que se acomode mejor a la persona.
Por otro lado, es común implementar rutinas constantes que logren que la sensación de tranquilidad sea más duradera o difícil de perturbar. También se hace uso de ejercicios de respiración, meditación o cualquier práctica que le permita volver a su centro y cambiar el punto desde el cual está viendo los problemas o situaciones a las que se enfrenta.
La conexión con el otro también adquiere importancia, pues solo el hablar o poder acudir a alguien hace que los problemas y el estrés se manejen de una manera particular. Según Peña, “en el mundo digital en el que nos estamos moviendo se nos olvida que tenemos una demanda biológica y genética por compartir con otros. El bienestar es estar compartiendo con otros”. Fuente: LA REPÚBLICA https://www.larepublica.co/alta-gerencia/como-manejan-el-estres-los-directores-ejecutivos-4283116







