La mano amiga

Convertirnos en una entidad que acompaña al tejido empresarial ha exigido también una profunda transformación tecnológica.

Billy Escobar Pérez, Superintendente de Sociedades La Superintendencia de Sociedades es reconocida por su capacidad técnica, sustentada en bases jurídicas, económicas y contables sólidas. En los últimos años, esa fortaleza ha impulsado una visión más cercana al empresariado, especialmente hacia las micro, pequeñas y medianas empresas, priorizando su productividad, competitividad y perdurabilidad. El desarrollo económico sostenible depende más de que las empresas sobrevivan y se fortalezcan que de cuántas se crean cada año.

En línea con el Plan Nacional de Desarrollo, y mediante acciones misionales como el ‘Programa de promoción de empresas en reactivación económica’, hemos llegado al tejido empresarial de las regiones, impactando a más de 3.000 empresarios que hoy dan testimonio de cómo el acompañamiento institucional, y el apoyo de otras entidades del Gobierno Nacional, ha permitido que sus unidades productivas avancen en formalización, gestión y sostenibilidad.

Con esta misma visión, el Centro de Estudios Societarios se consolidó como un espacio de cualificación técnica en derecho societario, cumplimiento, mecanismos legales para el salvamento empresarial y gobierno corporativo.

Este esfuerzo ha fortalecido entre directivos, administradores, revisores fiscales y contadores una cultura basada en ética, transparencia y buenas prácticas, alineada con estándares nacionales e internacionales. Es una estrategia que consolida un ecosistema empresarial confiable y facilita que las buenas prácticas se transfieran desde las compañías más avanzadas a las de menor tamaño.

Como aliados estratégicos del empresariado, hemos insistido en que la evidencia internacional demuestra que integrar criterios de sostenibilidad mejora la competitividad y la resiliencia organizacional. Está demostrado que las empresas con mejor desempeño económico y estructuras de gobierno corporativo más robustas tienen mayores oportunidades de vincularse a mercados internacionales.

Pero la madurez para tender la mano amiga no se alcanza solo con la reputación construida por décadas en la resolución de conflictos societarios o en el manejo de grandes procesos de insolvencia. Convertirnos en una entidad que acompaña al tejido empresarial desde el corazón de sus regiones ha exigido también una profunda transformación tecnológica.

Avances como Safia, la herramienta de supervisión y análisis financiero con inteligencia artificial, representan un cambio sustancial en la manera de ejercer la supervisión. Safia genera alertas automáticas y fortalece la autorregulación empresarial mediante reportes individuales por sociedad, permitiendo una cobertura más amplia, oportuna y basada en datos. Así, la entidad pasó de recolectar información a generar valor público, convirtiendo los datos en conocimiento estratégico que anticipa riesgos y mejora la transparencia.

Este desarrollo se complementa con herramientas como el Siis, el Módulo de Insolvencia, el Tesauro y la adopción del lenguaje XBRL para capturar información financiera y no financiera del empresariado colombiano, impulsando una supervisión moderna e interoperable.

Estos avances fueron reconocidos en 2025 por organismos multilaterales como el BID y por Naciones Unidas, que otorgó una mención especial por el primer informe técnico nacional de sostenibilidad elaborado con XBRL en el marco de Isar Honours.

Más allá del mérito técnico, este reconocimiento reafirma que la tecnología, bien orientada, también acompaña, dejando en evidencia una nueva visión de la supervisión que no solo inspecciona, sino que guía, respalda y crea confianza para que las empresas del país puedan avanzar con mayor estabilidad y propósito.

* Superintendente de Sociedades Fuente: EL TIEMPO https://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/la-mano-amiga-3514141