El 60% de las empresas latinoamericanas no sobreviven a un ciberataque en 2025, segĂșn estudio
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Un estudio reveló que 6 de cada 10 empresas que son atacadas en Latinoamérica cierran sus operaciones seis meses después de un incidente grave de ciberseguridad.
Seis de cada diez compañĂas atacadas en LatinoamĂ©rica cierran operaciones seis meses despuĂ©s de un incidente grave de ciberseguridad, segĂșn datos de Cybersecurity Ventures. EstadĂstica que cobra relevancia cuando se analiza en conjunto con otra tendencia: mĂĄs del 90% de los profesionales en ciberseguridad estima que recibirĂĄ ataques potenciados por inteligencia artificial de manera diaria durante el resto del año.
Algo es seguro, los avances tecnolĂłgicos estĂĄn revolucionando la industria a un ritmo sin precedentes, y el ĂĄmbito de la ciberseguridad no es la excepciĂłn. AĂșn asĂ, la paradoja es inquietante: mientras las empresas adoptan la IA para protegerse, los ciberdelincuentes la estĂĄn utilizando con igual (o mayor) efectividad para atacar.
Solamente durante los primeros seis meses de 2025, Colombia ya habĂa registrado 7,1 mil millones de intentos de ciberataques, posicionĂĄndose como el tercer paĂs mĂĄs atacado de LatinoamĂ©rica, segĂșn el Reporte Global de Amenazas de Fortinet. A nivel regional, el nĂșmero de ataques de ransomware alcanzĂł 316 casos en 2024 y hasta octubre de 2025 ya se contabilizaban 317 incidentes.
Brasil concentra el 32% de los ataques, seguido por MĂ©xico con 17%, Colombia con 13%, Argentina con 10%, PerĂș con 6% y Chile con 5%. Las organizaciones en la regiĂłn enfrentan en promedio mĂĄs de 1.600 ataques semanales, segĂșn Check Point.
El costo promedio de un ataque cibernĂ©tico en LatinoamĂ©rica supera los US$1.5 millones por incidente, una cifra similar al promedio global pero con una recuperaciĂłn mĂĄs lenta, segĂșn IBM 2023. Eso, sin contar que en el sector financiero, el costo promedio de una brecha de datos alcanza los US$5.56 millones.
Ahora bien ÂżDĂłnde estĂĄ realmente el origen de estos ataques? La respuesta podrĂa sorprender: segĂșn el informe global de riesgos de Marsh McLennan, el 95% de los incidentes de ciberseguridad se deben a errores humanos. Cifra que contrasta con la percepciĂłn generalizada de que los ciberataques se producen principalmente por vulnerabilidades tecnolĂłgicas sofisticadas.
âLa capacitaciĂłn en ciberseguridad debe ser una prioridad para todas las organizacionesâ, afirma Juan JosĂ© Prieto, LĂder de Cyber en Marsh Colombia. âFomentar una cultura que sensibilice sobre los riesgos cibernĂ©ticos no sĂłlo permite prevenir la mayorĂa de los incidentes, sino que transforma a cada empleado en un componente crucial de la defensaâ.
Las empresas gastan millones en infraestructura tecnológica (firewalls, software antivirus, sistemas de detección de intrusos) pero la inversión en capacitación del personal sigue siendo baja. ¿El resultado? Empleados que no saben identificar un correo de phishing, que usan contraseñas débiles, o que descargan archivos sospechosos sin pensårselo dos veces.
Lo que estamos viendo es una moneda de dos caras. Por un lado, la IA estĂĄ permitiendo mejoras significativas. El tiempo promedio para identificar una brecha disminuyĂł 13 dĂas respecto a 2024, mientras que el tiempo para contenerla se redujo 4 dĂas, segĂșn el Cost of a Data Breach Report 2025. El 61% de las instituciones financieras en LatinoamĂ©rica ya estĂĄn usando IA para detectar el fraude, el 46% para monitoreo de ciberseguridad y el 40% para monitoreo de cumplimiento.
Del otro lado, los atacantes estĂĄn aprovechando la tecnologĂa para aumentar la escala y la sofisticaciĂłn de sus operaciones. Marsh compartiĂł un dato revelador: basta con 250 documentos maliciosos para comprometer modelos de IA entrenados con entre 600 millones y 12.000 millones de fuentes. En otras palabras, solo el 0,111% de los datos de entrenamiento pueden ser suficiente para alterar el modelo. Para empezar, las empresas tecnolĂłgicas estĂĄn recibiendo lo que los expertos denominan âel premio mayorâ de los ataques, no solo por su valor intrĂnseco, sino porque ofrecen la oportunidad de atacar a mĂșltiples organizaciones simultĂĄneamente. Casos como IFX y GTV demuestran cĂłmo una sola empresa comprometida puede generar una afectaciĂłn sistĂ©mica.
En Colombia, el sector financiero recibe el 35% del total de los ataques. El sector salud, con su abundante informaciĂłn sensible, tambiĂ©n es un objetivo prioritario. Pero la manufactura representa un cambio significativo. Esta industria, que tradicionalmente no estaba entre las mĂĄs atacadas, se ha posicionado fuertemente en los Ășltimos años, especialmente cuando se combina con el sector de alimentos.
Y luego estĂĄ el Shadow AI. Una evoluciĂłn del conocido Shadow IT que describe cĂłmo distintas ĂĄreas dentro de las organizaciones adoptan herramientas de inteligencia artificial sin la supervisiĂłn del equipo de tecnologĂa o seguridad. El resultado: brechas y vulnerabilidades. Muchos ataques se originan, por ejemplo, en pĂĄginas o aplicaciones creadas por equipos de marketing que no estĂĄn integradas al sistema de monitoreo, o que fueron implementadas sin las validaciones de seguridad necesarias.
De hecho, el 63% de las organizaciones carece de un adecuado gobierno de la IA y no cuenta con mecanismos eficaces para detectar a tiempo el Shadow AI. AdemĂĄs, el 40% de la informaciĂłn introducida en los prompts de IA contiene datos personales o financieros, que generan una pĂ©rdida crĂtica de trazabilidad y control.
âEsto no es un reto solo para el ĂĄrea de ciberseguridad, es un desafĂo para toda la organizaciĂłnâ enfatiza Londoño.
En América Latina, las principales preocupaciones de seguridad giran en torno a la pérdida de información corporativa, los ataques de ransomware, las brechas de privacidad, las amenazas vinculadas con la IA y la automatización, y la interrupción de operaciones causada por incidentes cibernéticos que afectan a proveedores o socios externos.
Edson Villar, lĂder de Cyber Advisory para LatinoamĂ©rica y el Caribe en Marsh, señala tres acciones prioritarias para las organizaciones con presupuestos limitados. La primera es fortalecer el perĂmetro de seguridad, identificando los activos tecnolĂłgicos crĂticos y las posibles vulnerabilidades. La segunda, reforzar los controles de acceso, mediante contraseñas robustas y la implementaciĂłn del doble factor de autenticaciĂłn. Y la tercera, fomentar la concientizaciĂłn del personal, un aspecto clave para prevenir errores humanos y reducir el impacto de posibles ataques.
Estas medidas, aunque bĂĄsicas, son el punto de partida hacia una cultura de ciberresiliencia, donde la preparaciĂłn y la capacidad de respuesta resultan tan importantes como la prevenciĂłn.
Las organizaciones verdaderamente resilientes serĂĄn aquellas que cuenten con equipos entrenados, protocolos definidos y una cultura de prevenciĂłn que les permita responder con agilidad ante cualquier incidente.
AsĂ, la verdadera defensa surgirĂĄ de la combinaciĂłn entre inteligencia, preparaciĂłn y colaboraciĂłn continua. Con un 60% de probabilidades de no sobrevivir a un ciberataque, la pregunta para los lĂderes empresariales de la regiĂłn no es si deben actuar, sino cuĂĄndo comenzarĂĄn a implementar las estrategias que marcarĂĄn la diferencia entre la supervivencia o el cierre de sus compañĂas.
Como resume Villar: âHay dos tipos de empresas: las que ya han sido atacadas y las que todavĂa no saben que ya lo han sido.â
Las reflexiones aquĂ reunidas fueron compartidas durante el CyberForum 2025, organizado por Marsh McLennan en BogotĂĄ, donde expertos en ciberseguridad y gestiĂłn de riesgos analizaron los desafĂos que enfrentan las organizaciones latinoamericanas frente a la seguridad digital, la inteligencia artificial y la ciberresiliencia. Fuente: FORBES COLOMBIA https://forbes.co/2025/11/04/tecnologia/60-de-empresas-en-latam-no-sobreviven-a-un-ciberataque







