La equidad de género crea beneficios tanto a nivel de sociedad como para las empresas. Colombia ha avanzado, pero sigue lejos de la meta. ¿Cómo vamos?
Está comprobado por numerosos estudios que la equidad de género crea beneficios tanto a nivel de sociedad como de empresas. Aunque en Colombia se ha avanzado, todavía estamos lejos de la meta y hay mucho que podemos hacer en varios frentes.
Recientemente, en una reunión de Women in Connection nos planteamos qué podíamos hacer para que más mujeres lleguen a cargos directivos y disminuir la brecha. Surgieron soluciones en tres ámbitos: dos relacionadas con barreras externas: el Gobierno y las empresas, y una relacionada con las barreras internas que tenemos las mujeres.
En inglés hay una expresión que es: “to nudge,” que significa dar un empujoncito. A nivel de políticas públicas se pueden dar muchos empujoncitos para acelerar los cambios hacia una mayor equidad de género, como por ejemplo la extensión de la licencia para padres, mejor acceso a la educación superior, inclusión financiera y educación sexual y reproductiva, entre otros.
A nivel de las compañías también hay mucho que se puede hacer. El primer paso es concientizar a los líderes de los grandes beneficios de ser más equitativos. Según un estudio de McKinsey, las empresas con mayor diversidad de género tienen 25% más de probabilidades de tener una rentabilidad superior a la media de su industria. Para impulsar una estrategia efectiva, las empresas pueden definir una política de diversidad; crear un comité especializado para diseñar, dirigir y supervisar los avances; fomentar la adquisición de talento femenino competente; dar a las mujeres oportunidad y herramientas para desarrollarse; disminuir la brecha salarial; promover a las mujeres a cargos directivos, y promover horarios flexibles, entre otros.
Las mujeres no debemos quedarnos esperando a que sean otros quienes solucionen la falta de equidad, sino preguntarnos qué podemos hacer nosotras para estar preparadas cuando se abra la oportunidad. Debemos evitar que cuando nos nombren digan: “eso es por ser mujer”, sino “escogimos al mejor candidato posible”. Por eso, invito a todas las mujeres a que tomen la decisión de empezar a prepararse y trabajar para disminuir y eliminar las barreras internas que puedan tener y que las frenan.
Comparto cuatro acciones que me han servido personalmente: 1. Hacernos cargo de nosotras mismas: ser las protagonistas de nuestras vidas y no echar la culpa a otros de nuestros problemas. Definir pasos concretos para avanzar. 2. Prepararnos proactiva y anticipadamente: Trabajar para estar listas para los retos. Esto es lo que yo llamo expansión consciente, que implica elegir permanentemente incomodarse para estar en la zona de aprendizaje. 3. Cultivar el coraje: nos sirve para salir de nuestra zona de confort, atrevernos a hablar en reuniones importantes, pedir aumento de salario, postularnos a nuevos cargos, empezar un emprendimiento, entre otras. 4. Cultivar las relaciones: participar en eventos y hacer networking estratégico.
No podemos quedarnos esperando a que las soluciones vengan de afuera. Debemos ser nosotras mismas quienes nos preparemos activamente para enfrentar y superar los desafíos. No permitamos que el techo de cristal limite nuestras aspiraciones. Con cada acción, esfuerzo y logro estamos allanando el camino para las generaciones futuras. Tomemos la iniciativa, busquemos apoyo y mentoría, y nunca dejemos de soñar y trabajar por el liderazgo que merecemos. El cambio comienza con nosotras, aquí y ahora.
Por: María José Ramírez Botero**La autora es presidente de LarrainVial Colombia, creadora del podcast ‘Instrucciones para florecer’ y miembro Women In Connection.
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes Colombia.
Fuente: FORBES COLOMBIA
https://forbes.co/2024/08/05/red-forbes/rompiendo-barreras-y-alcanzando-el-liderazgo
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