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La nueva ecuación del propósito de las empresas: por qué se quedan atrás quienes ven la sostenibilidad como “extra”

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Freepik Las compañías que integraron la sostenibilidad en el corazón de su estrategia no están reculando; las que hacían cosmética, sí. Para Concepción Galdón, la gran conversación que viene es cómo pasar de “hacer el bien” a Sustainability for Profit: ganar dinero precisamente por resolver problemas sociales y ambientales. En el tablero de las grandes corporaciones, la sostenibilidad dejó de ser un apartado bonito del informe anual para convertirse, al menos en las compañías más serias, en una discusión dura de estrategia, rentabilidad y legitimidad.

Ese es el mensaje que vino a insistir en Colombia Concepción Galdón, vicedecana de Empresas con Propósito y directora del Centro de Innovación Social y Sostenibilidad de IE Business School, durante una agenda que la llevó por Medellín y Bogotá para dictar clases a grandes empresas y a la red de antiguos alumnos del centro de negocios español.

“He estado dando clases en grandes empresas en Medellín y ahora con la red de antiguos alumnos que tiene IE Business School en Bogotá. Así que nada, aquí llevo cuatro días hablando de mi libro, de la sostenibilidad y del propósito”, resume.

Su más reciente libro es una radiografía del emprendimiento social y de lo que el mundo corporativo puede aprender de él. “Yo publiqué el año pasado un libro sobre emprendimiento social y sobre todas las cosas que las empresas sociales han hecho bien y mal, tratando de destilar qué podemos aprender desde la corporación para replicar todas las cosas de las empresas sociales que han llevado a generar valor económico desde el impacto y la sostenibilidad, y cómo podemos evitar los errores que han cometido estas empresas sociales”, explica.

El objetivo ahora, dice, es trasladar esas lecciones a las grandes compañías que quieren dejar de ver la sostenibilidad como filantropía y empezar a tratarla como un modelo de negocio: “Esta manera distinta de enfocar los modelos de negocio […] compatibiliza la generación de valor financiero con la generación de valor social y ambiental”.

¿Se está frenando la sostenibilidad? Solo donde nunca fue seria, dice.

El ruido político, los retrocesos regulatorios en algunos países y la fatiga alrededor de siglas como ESG han alimentado la idea de que la sostenibilidad corporativa se está “desinflando”. Galdón matiza esa lectura.

“Yo lo que veo que se está desacelerando es cosas que realmente no estaban muy bien hechas”, afirma. “Tenías muchas empresas que realmente no estaban haciendo nada que tuviera ningún valor y que, por tanto, lo que dejan de hacer pues tampoco tiene ningún valor”. Para ella, las compañías que de verdad integraron la sostenibilidad en el corazón de su estrategia siguen en la misma ruta, tanto en América Latina como en Estados Unidos: “Las empresas que realmente estaban apostando por la sostenibilidad de verdad, desde un punto de vista de estrategia empresarial, lo están siguiendo haciendo igual. Y lo mismo en Estados Unidos, o sea, cuando hablas con los CEOs, ellos no han cambiado su estrategia”.

La estrategia no puede depender de cada giro electoral. “Si tú tienes una empresa que llevas en marcha 20 o 50 años, tú no puedes estar cambiando toda tu estrategia por cada vez que hay un cambio en la política”, apunta. “Las cosas que hacías que tenían que ver con tu estrategia y que tenían sentido hace dos años, siguen teniendo sentido ahora”.

Lo que sí está cambiando es el vocabulario. “Lo que muchas empresas están haciendo es cambiar el lenguaje. Entonces, donde igual antes hablaban de Diversity, Equity and Inclusion (DEI), ahora lo llaman ‘Gestión Innovadora del Talento’. O donde antes hablaban de sostenibilidad, ahora hablan de un ‘Uso inteligente de los recursos’”, explica.

El resultado, para Galdón, es una depuración saludable: “Toda la gente que en verdad no hacía nada y que lo único que tenía era dos frases en su página web y tres papeleras para reciclar que habían puesto en una esquina, pues lo están dejando de hacer. Pero yo no veo que haya ninguna pérdida en que gente que realmente no hacía nada de valor deje de hacerlo”.

Cuando se le pregunta por la gran tendencia de sostenibilidad empresarial de cara a 2026, Galdón no empieza por el clima ni por los reportes ESG, sino por la demografía.

“Un tema que yo creo que no se está mirando tanto en Colombia y que es importante, porque sí que afecta al país desde un punto de vista social, es todo lo que tiene que ver con la transformación demográfica y la colaboración intergeneracional”, advierte.

Aunque el debate sobre longevidad parece más europeo, las curvas demográficas latinoamericanas se están moviendo en la misma dirección. “En América Latina las tendencias demográficas son muy parecidas a las de Europa y la direccionalidad es clara; es decir, la pirámide demográfica está cambiando también”, dice. “Dentro del ámbito de lo social, a todos los temas que ya se tratan, que tienen que ver con desigualdad, pobreza, educación, se tiene que añadir esta cuestión de la longevidad y la colaboración intergeneracional”.

Según ella, “empieza a haber gente en Colombia que lo empieza a ver, pero yo creo que es algo que va a estar más en la agenda en los próximos años”.

En paralelo, los clásicos de la agenda sostenible se quedan: “Todo lo que tiene que ver con cambio climático va a seguir en la agenda. Todo lo que tiene que ver con biodiversidad, que en Colombia es importante, va a seguir en la agenda. Y todo lo que tiene que ver también con desigualdad va a seguir en la agenda”.

Si algo le falta aún a la conversación empresarial, dice Galdón, es conectar mejor impacto y rentabilidad.

“Otra de las cosas que yo esperaría ver es todas estas cosas mucho más articuladas desde el modelo de negocio. Me parece que eso es algo que está faltando. Está faltando una articulación de Sustainability for Profit (Sostenibilidad para obtener beneficios)”, señala.

La pregunta ya no es si ser sostenibles “a pesar de” la rentabilidad, sino “cómo sí ganamos dinero siendo sostenibles. Y cómo ganamos el dinero que ganamos de manera que estemos realmente generando un valor económico a través de la sostenibilidad”.

A su juicio, “en demasiadas ocasiones la conversación sobre impacto social y ambiental se sigue desvinculando de la conversación sobre valor económico y pienso que es un error”. La expectativa para los próximos años es “ver una aproximación más técnica desde la ciencia de la empresa y desde la ciencia del Management a la sostenibilidad, y no tanto desde un aspecto como más apartado de lo que es la naturaleza de la empresa”.

Qué es realmente una empresa con propósito

La etiqueta “empresa con propósito” se ha llenado de eslóganes y campañas de marca. Galdón la lleva a la teoría básica de la empresa.

“Una empresa es una organización, a nivel teórico, que porque genera valor es capaz de capturar de forma legítima parte del valor que genera”, explica. “Cuando una empresa piensa en la captura de valor antes que en la generación de valor, lo que pierde es la legitimidad para capturar ese valor”.

Desde esa lógica, “una empresa con propósito es una empresa que genera valor para la sociedad en la que opera y que esa generación de valor social es lo que le legitima para la captura de valor [económico]”.

Para ilustrarlo, recurre a una metáfora personal muy sencilla: “Es un poco como en una persona, ¿no? Respirar para mí es muy importante, pero no diría que vivo para respirar. En una empresa capturar valor, ganar dinero, es muy importante, forma parte de su naturaleza, pero no es su propósito. Es necesario ganar dinero para aquello que es nuestro propósito. Es necesario respirar para aquello para lo que vivo”.

En otras palabras, el propósito no reemplaza al beneficio, pero sí lo ordena: primero generar valor, luego capturarlo de forma legítima. Fuente: FORBES COLOMBIA https://forbes.co/2025/11/20/sostenibilidad/la-nueva-ecuacion-del-proposito-de-las-empresas-por-que-se-quedan-atras-quienes-ven-la-sostenibilidad-como-extra

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