Así fue como la sostenibilidad se convirtió en una estrategia clave para las finanzas
- Suárez Consultoría
- hace 2 días
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Todo esto permitió que la inversión sostenible sea algo más que una tendencia ya que, pasó de ser un movimiento ético a convertirse en un sistema global que orienta decisiones financieras

A lo largo de las últimas décadas, la relación entre la sostenibilidad y la economía pasó de ser una preocupación ética a convertirse en una estrategia esencial para los mercados financieros internacionales; por esta razón, la inversión sostenible, la cual es aquella que integra criterios ambientales, sociales y de gobernanza, ESG, en las decisiones económicas, evolucionó de igual manera que los grandes cambios sociales y políticos del mundo contemporáneo.
Sin embargo, este desarrollo ha estado marcado principalmente por algunos causantes como las crisis ambientales, transformaciones empresariales y acuerdos internacionales los cuales han redefinido el papel del capital en la construcción de un futuro más equilibrado y responsable.
Estos cambios significativos se empiezan a dar a finales de los años sesenta, esto debido a que los movimientos estudiantiles en Estados Unidos comenzaron a cuestionar las prácticas de inversión de sus universidades.
En medio de la guerra de Vietnam, los estudiantes exigieron que los fondos universitarios dejaran de financiar empresas vinculadas con la industria armamentista; esto marcó uno de los primeros antecedentes de lo que luego se conocería como inversión socialmente responsable, ISR. Esto se da ya que se puso en discusión la idea de que la rentabilidad no podía desligarse del impacto ético y social de las inversiones.
Posteriormente, en los años ochenta, los temas ambientales empezaron a adquirir protagonismo en la inversión sostenible. El punto inflexión de esto se da en 1989 tras el desastre de Exxon Valdez, un petrolero que derramó casi 38 millones de litros de crudo en el mar frente a las costas de Alaska; esto generó una de las catástrofes ecológicas más recordadas del siglo XX y evidenció las consecuencias que podían tener las actividades empresariales sobre el entorno natural.
Este suceso impulsó el fortalecimiento del movimiento ambientalista global y marcó el inicio de un cambio en la percepción pública y corporativa sobre la responsabilidad ambiental.
Durante la década de 1990, la sostenibilidad presentó un movimiento importante ya que comenzó a institucionalizarse dentro de los mercados financieros. En 1999, el lanzamiento del Dow Jones Sustainability Index representó un paso decisivo ya que fue el primer índice bursátil en incluir criterios ambientales y sociales junto con las variables tradicionales de rendimiento económico.
Este avance importante consolidó el concepto de sostenibilidad como un componente medible y comparable, lo que lo integró formalmente en el mercado. A partir de esto, las empresas comenzaron a ser evaluadas no solo por su desempeño financiero, sino también por su compromiso con el entorno, sus prácticas laborales y su gobernanza corporativa.
La llegada del siglo XXI
El comienzo del siglo marcó un impulso internacional para formalizar las inversiones sostenibles ya que, en 2006, la Organización de las Naciones Unidas presentó los Principios para la Inversión Responsable, Unpri, una iniciativa que convocó a inversionistas institucionales de todo el mundo a incorporar factores de sostenibilidad en sus decisiones de inversión.
Adicionalmente, un punto importante se da durante la crisis financiera de 2008, esto debido a que este colapso hizo que los inversionistas reevalúen sus prioridades, desplazando el enfoque de las ganancias a corto plazo hacia estrategias más estables y sostenibles.
Desde este momento, los criterios ESG empezaron a consolidarse como indicadores de confianza y resiliencia y las empresas empezaron a demostrar un compromiso con la sostenibilidad, la gestión responsable de riesgos y la transparencia en su gobernanza comenzaron a ser vistas como inversiones más seguras y con proyecciones sostenibles a largo plazo.
Con el fin de medir y recompensar la eficiencia de las empresas en la reducción de emisiones de carbono, sin comprometer los niveles de rentabilidad, en 2009, la firma S&P Índices, en conjunto con Trucost, lanzó el S&P Carbon Efficient Select Index, el primer índice diseñado específicamente para abordar el cambio climático.
Este lanzamiento reflejó el giro del sector financiero hacia un modelo que no solo reconocía el riesgo ambiental, sino que lo incorporaba como parte de la gestión estratégica de las carteras de inversión.
Por último, esta consolidación dentro de las finanzas internacionales tiene su auge en 2015 con la firma del Acuerdo de París durante la Conferencia de las Partes, COP21, en Le Bourget, Francia; durante este, cerca de 195 países alcanzaron un compromiso histórico para limitar el aumento de la temperatura global y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Gracias a esto, la sostenibilidad se integró en la agenda política, económica y empresarial global y, los fondos de inversión comenzaron a alinearse con los objetivos del acuerdo, generando una transición hacia modelos más verdes, energías renovables y políticas de descarbonización.
Todo esto permitió que la inversión sostenible sea algo más que una tendencia ya que, pasó de ser un movimiento ético a convertirse en un sistema global que orienta decisiones financieras, determina políticas empresariales y condiciona los flujos de capital. Fuente: LA REPÚBLICA https://www.larepublica.co/responsabilidad-social/asi-fue-como-la-sostenibilidad-se-convirtio-en-una-estrategia-clave-para-las-finanzas-4252099
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