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La apuesta de las empresas por automatizar procesos con IA y crecer sin contratar más

Las compañías están en búsqueda de personal capacitado en herramientas tecnológicas y, a su vez, altamente productivos y eficientes La teoría de la evolución, de Charles Darwin, marcó trascendentalmente a la humanidad con la introducción de una realidad: solo sobrevive aquel que se adapta a las condiciones de su entorno. Y lejos de aplicar únicamente a aspectos meramente personales, este precepto se convirtió en la regla para absolutamente todo, incluyendo el mercado laboral y empresarial. Con el paso de los años, se fue revelando que únicamente permanecen aquellas compañías que se adaptan a la velocidad del mundo y de la tecnología y, por defecto, las que se mantienen en la tradición, desaparecen.

Así pasó con Blockbuster, el gigante de alquiler de películas físicas que dominaba el mercado del cine a inicios de siglo y que terminó en bancarrota, a causa de la entrada de Netflix, la nueva plataforma que ponía las películas al alcance de las personas, en cualquier parte del mundo, con solo una suscripción. Pese a que Blockbuster confió en su estrategia de mercado y en sus clientes, hasta ese momento fieles, llegó el punto en que una compañía más astuta la superó: en contenido, costos, ganancias y propuesta de valor. Igual que este ejemplo, existen muchos otros de empresas colombianas e internacionales que terminaron siendo liquidadas porque, ya sea por decisión o desconocimiento, no pudieron seguir el ritmo de quienes estaban a su alrededor. En los últimos años, este aspecto se ha visto marcado principalmente por la entrada de la tecnología y la inteligencia artificial a los procesos internos y la optimización de tareas en las empresas. Tanto, que muchas han empezado a apostarle a suprimir cargos, antes ocupados por seres humanos, para dejar esas funciones en manos de una IA.

Sobre este tema, Juan Fernando Escandón, abogado laboralista y socio de Escandón Abogados, opinó que, más que una hipótesis, efectivamente es una tendencia que "es particularmente visible en sectores intensivos en tecnología, servicios financieros, logística y manufactura avanzada, en los que las empresas busquen crecer sin aumentar proporcionalmente su planta de personal".

Esto ha resultado en una resistencia a la búsqueda y contratación de personal. Por ejemplo, en Estados Unidos, la mayoría de los empleadores han descubierto que pueden mantener el tamaño de sus equipos, o incluso reducirlos, sin afectar la estabilidad de sus negocios. No solo porque confían en que con la inteligencia artificial pueden automatizar varios procesos, sino también porque se sustentan en la creencia de que los trabajadores eficientes pueden llevar a cabo tareas de más de un cargo.

Con esto en mente, cada vez que una persona renuncia o es despedida, las juntas directivas exigen a los líderes de área, una justificación sobre por qué necesitan a alguien nuevo para cubrir dicha vacante. De no existir, la decisión es entregar las funciones de ese trabajador a otros o dejarlo en manos de la IA. Pero, esto no solo ha resultado en que las empresas se nieguen a contratar nuevo personal, sino también a que los empleados se sientan estancados por no poder escalar al interior de su compañía.

¿Esto también pasa en Colombia?

Evidentemente sí. La tendencia por crecer sin contratar ya está en el país, aunque se ve matizada por algunos aspectos propios del mercado laboral nacional. "Las empresas, especialmente en sectores como servicios, tecnología, energía, agroindustria y logística, están priorizando perfiles más productivos y polivalentes: trabajadores capaces de asumir varios roles, dominar herramientas digitales y adaptarse con rapidez a entornos cambiantes", explicó Escandón. Sobre los factores que dan lugar a esta decisión, el abogado precisó que se relacionan con la automatización y adopción de inteligencia artificial, que les permite analizar datos y escalar operaciones sin necesidad de incrementar significativamente el número de trabajadores, especialmente en procesos como atención al cliente, contabilidad y gestión de nómina; la presión por la productividad y el control de costos, pues cada vez las empresas enfrentan más costos asociados a cargas fiscales y regulatorias, lo que las lleva a buscar estructuras más livianas; y la transformación de los modelos de trabajo, debido a que muchas compañías han empezado a reemplazar los modelos de contratación tradicionales por otros más flexibles, mediante freelancers, proveedores especializados o plataformas digitales.

Por último, agregó que existen cambios en el tipo de talento requerido porque "el crecimiento actual está más asociado al valor agregado del conocimiento y la tecnología que a la expansión física. En lugar de contratar más personas, las empresas buscan menos trabajadores, pero más calificados, capaces de operar con herramientas digitales, interpretar datos y liderar innovación".

Escandón ratificó que la informalidad y la rigidez normativa del mercado laboral colombiano, sumadas a la automatización y a la incorporación de inteligencia artificial, "están empujando a las empresas a invertir más en talento altamente calificado, pero no necesariamente a ampliar sus nóminas. Se privilegia al trabajador que puede integrar funciones administrativas, técnicas y analíticas, incluso dentro de estructuras más planas". En resumen, el crecimiento empresarial ya no depende tanto del número de personas que integran la planta de trabajo, sino de la capacidad que tienen para generar valor. Sin embargo, este hecho plantea un desafío para las políticas de educación y el mercado laboral, pues si el país no logra alinear la capacitación laboral con las nuevas exigencias del resto del mundo la brecha entre empleo formal y productividad será cada vez más grande.

Precisamente, en algunas ciudades, la tasa de desempleo se mantuvo en cifras bastante altas: Quibdó, con 24,4%; Riohacha, con 14,2%; Ibagué, con 12,5%; Sincelejo, con 11,4%; Cúcuta, con 10,3%; y Tunja, con 10%, que ocuparon los primeros lugares.

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Sumado a esto, el informe dio luces sobre las ramas de actividades que agrupan a la mayor cantidad de trabajadores del país, entre las que destacaron las industrias manufactureras, con 2,6 millones; construcción, con 1,7 millones; y transporte y almacenamiento, con 1,8 millones. Esto podría relacionarse, precisamente, con el hecho de que son funciones y cargos que difícilmente podrían ser ocupados por herramientas de inteligencia artificial y que todavía requieren la fuerza laboral de los humanos.

Pese a esto, el panorama no es muy alentador. Escandón afirmó que "sectores como servicios, manufactura, comercio y construcción han reducido sus ritmos de expansión de nómina. Muchas empresas están optando por consolidar sus estructuras existentes, redistribuir funciones y aumentar la productividad interna en lugar de abrir nuevas vacantes. Esto no necesariamente refleja una falta de dinamismo, sino una reacción defensiva ante la incertidumbre de las políticas nacionales y los crecientes costos asociados a la formalidad laboral".

¿Qué hacer para no quedarse por fuera?

Frente a la incertidumbre, lo único que queda es actuar, no solo por parte de los trabajadores, sino de todos los actores que intervienen en el mercado laboral: empleadores, Gobierno y personal. "La transformación tecnológica y económica actual demanda una nueva alianza para la empleabilidad, basada en tres grandes ejes: capacitación, adaptación y corresponsabilidad", explicó el abogado.

Precisó que, en primer lugar, las personas deben empezar a fortalecer sus competencias digitales, analíticas y de gestión, sin importar el sector en el que se mueven. Esto no quiere decir que deban entender profundamente sobre programación, sino de tomar a la IA como una aliada. Así mismo, las empresas deben invertir en formación continua para sus equipos, con lo que podrán reentrenar a su personal antes de tomar la decisión de reemplazarlo. Adicionalmente, resulta útil "fomentar habilidades blandas, comunicación, pensamiento crítico, liderazgo, y revisar normativamente las figuras de contratación y movilidad laboral para permitir trayectorias más dinámicas y menos rígidas".

Finalmente, la oportunidad de sobrevivir y no extinguirse está en manos de todas las partes que intervienen, quienes deben hacer un pacto laboral, en el que el crecimiento dependa, más que en la nómina o en la inteligencia artificial, en la productividad colectiva. "Esto implica que trabajadores, empresarios y Estado asuman juntos el compromiso de modernizar la estructura productiva del país, con visión de largo plazo", indicó Escandón. Fuente: LA REPÚBLICA https://www.larepublica.co/alta-gerencia/la-apuesta-de-las-empresas-por-automatizar-procesos-con-ia-y-crecer-sin-contratar-mas-4258258


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